martes, 27 de mayo de 2008

De profundis clamavi

A la mañana, al abrir los ojos, algunos segundos de ingenuidad...y llega. Mas tarde mirando la ventana proyectando el deslizamiento lateral..y ahi está. Miré a un anciano a los ojos, ahí también estaba. Un nene de menos de un año se me quedó mirando, pero él no, no podía saber. O si?

Bajé. Caminé. Esa chica también, igual que el tipo que arrancó tediosamente su coche al cambiar el semáforo. Todos y cada uno tenían la misma carga en el hombro, la misma pesada voz pegada a la oreja, la misma gravedad en la mirada... todos estabamos anhelando algo indecible, incapaces todos de pronunciar algo más acerca de eso que tragar saliva y mirar hacia adelante.

En la garganta. En el pecho. Gritando desde el otro lado del vidrio, aunque no llegue sonido alguno. El cuervo revoloteando, su graznido se oye como sentencia anunciada. Me pierdo otra vez entre las nubes, de repente me da tanto sueño...

4 comentarios:

Tina dijo...

HOla Palette! Primera vez que lo visito.
Cómo le fue en terapia hoy? :) A mi bien!

(vengo de lo de Luna, por eso sé lo de los martes de diván)

Tina dijo...

QUÉ HACÉS DE TU VIDA QUE TENÉS UN BLOG CON TAAAAAAANTAS BUENAS IMÁGENES?
Se nota que sos un hombre sensible.

:)

Te dejo un beso y te felicito por tu blog tan expresivo.

Nicolás dijo...

Gracias Tina!
Que bueno que te gusten, a mi me encantan.

Beso!

Luna dijo...

Palette como adoro esos segundos de ingenuidad matutinos...gloriosos
beso!