lunes, 18 de mayo de 2009

Double bind


Se puede mentir por puro placer. Por ejemplo a veces me preguntan una calle y no tengo ni idea pero me hago el seguro y los mando a cualquier lado con la mejor cara de buena onda. Por qué? Me gusta tanto hacerlo!. A lo mejor otro dia tengo que preguntar yo por una calle y me mandan a cualquier lado, y me la voy a tener que bancar. Pero el karma no existe y que yo haga lo que hago me convierte en tan posible víctima como cualquier otro (y tal vez bastante menos probable... jaja). Que injusticia no? XD

El tema pasa, si se quiere profundizar, por cómo alguien se construye de tal forma que encuentre un gusto excepcional en mentir. Tal vez esa persona ni siquiera reconozca ante sí mismo ese placer y lo viva con culpa (lo cual no va a evitar que mienta asquerosamente a la menor oportunidad de poder hacer caer a alguien en la red). A lo mejor le gusta vulnerar constantemente lo que de chico le dijeron que era "la verdad" (como algo incontestable e incorruptible). Hacer funcionar una mentira en la mente de otros instruye acerca de muchas maneras en que funciona el mundo (perpetuacion de la historia de los ganadores de una guerra, criminales próceres, el dogma y la religión), y eso no sería en el fondo otra cosa sino... una búsqueda de la verdad. Que irónia dijo Rodrigo.
A lo mejor esa persona se miente a sí misma pudiendo ver reflejada en la mirada o creencia de otro la imagen de la realidad que le gustaría vivir (por ejemplo dice que sale a todos lados, que tiene miles de amigos, que le llueven las minas, etc). Creo que hay un placer extraño en por ejemplo pensar "me gustaría tener un Porsche 911" y decirle a alguien "tengo un Porsche 911" y que ese otro lo crea. Es como si por un momento fuese verdad, como si LA VERDAD... solo dependiese del consenso de las personas implicadas en los efectos de esa proposición... y eso quiere decir que... jaja

Un buen mentiroso no es tenido como tal, sino al contrario. Si la hizo bien no tiene de qué preocuparse. Claro que cuando es descubierto no le va a quedar otra que decir que el hecho le sirvió para aprender y ser "mejor persona", que se replanteó la vida, que va a cambiar, que todo va a ser diferente. Lo que sea que haya que decir y mirándola a los ojos, no importa qué, con tal de que la otra persona vuelva a creer. Es esa sensación de redención la que incluso puede ser el origen y causa de las mentiras (tal como el catolicismo propone pecar de las maneras mas diversas para despues disfrutar del la limpieza de la confesión. Una y otra y otra y otra vez) Sensación que solo va a conseguir mintiendo de nuevo y arruinando todo, para volver a arreglarlo con más mentiras.
Y si eso le hace perder a alguien la credibilidad en sus palabras y actos, esa persona va a querer alejarse, pero el mentiroso sabe bien que no es tan fácil despegarse, sabe que la otra persona quiere y necesita creer, que su víctima ya probó lo que él hace y que le gustó demasiado... entonces insiste e insiste hasta que logra lo que quiere, y es perfectamente lógico que lo haga.
Por lo demás alguien puede saber e inteligir al tablero, pero aunque desde su racionalidad se queje y diga "pero cómo?? yo le doy otra oportunidad y me hace esto?!" en el fondo le re cabe el jueguito, es evidente.

Por eso la única solución contra el mentiroso es no tolerar las mentiras desde el principio. Así, te pueden cagar. Una vez.

Imagen:"Battle", por Ryohei Hase

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