Bueno el tema es así. El que paga, por más que diga que no, está ostentando un "poder de pago". Esto no quiere decir que si la cena sale $200 el corazón de su pretendida pareja valga $200. Pero sí quiere decir que el que paga en principio está dispuesto a poner de sí lo que pueda para complacerla. Por más que después pasen cosas muy diferentes, eso es lo que sugiere el acto de pagar. Este hecho en ningún momento se ve negado por otro hecho también comprobable: la hipocresía. De este modo por más que alguien niegue en 15 idiomas tener la intención de ostentar al pagar, hablo de las consecuencias, y del provecho de esas consecuencias. En efecto, si la ostentación funciona en un caso dado la mujer sentirá una especie de deuda difusa que intentará corresponder. El varón intentará por todos sus medios que la mujer no corresponda a esa deuda de ninguna manera, y cerrándole todos los caminos llegará el momento en que la mujer, angustiada, estará dispuesta a corresponder de un modo que el varón a esta altura no negará. No puede ser casual.
Ahora supongamos que la mujer se apiola de este esquema, y se decante por una de estas dos variantes de aprovecharse del mismo. Por un lado, podrá mofarse del caballeroso varón, haciéndole pagar todo lo que pueda sin dar señal de esperanza, ni tampoco negándola jeje. Cegado en su empeño el varón pagará, pagará, y pagará hasta la ruina. Ella se reirá de él, y como corresponderle del modo que él quiere significaría perder a un gran despilfarrador a su merced, no le tocará un pelo. Mientras mas grotesca sea la relación de esclavitud, más estará ella propensa a burlarse y reírsele en la cara, abandonándolo al menor impulso como a un estorbo, solicitando su presencia cuando necesite de sus atenciones. Les contará a sus amigas al estúpido que tiene en la palma de mano! Tantos platudos fueron arruinados así... comprando las joyas más caras, los vestidos más delicados! Ah pero fué sobre todo en Francia, en el París del S XIX, (y anticipadas por las grandes cortesanas) donde estas divinidades aparecieron por primera vez en todo su esplendor, a la caza de los grandes banqueros e industriales en alza. Salida de un cabaret o del teatro (cof cof!), una buena tirana podía escalar hasta un título noble y tener su propio chateaux. Dovstoievski nos presenta en "El jugador" a madame Blanche. Esta admirable tradición vampírica por fortuna continúa en nuestros días y con gran porvenir.
La otra variante es la de la mujer que quiere pagar. Es la mujer moderna que trabaja, que quiere hacer valer sus derechos y que sabe que no pueden conquistarla poniendo algo en la mesa que ella puede poner en igual o mayor cantidad. Sabe que el hombre va a tener que poner mucho más de sí que una billetera, quiere ser deslumbrada y pretende del hombre cualidades que la sorprendan. Suele tener una lista de condiciones: que sea gracioso, que tenga imaginación, que sea sensible, que sea responsable, que tenga un poco de locura, que sea maduro, etc. La prueba es dura, y más si en vez de a ir a medias quiere pagar todo ella. "YO pago nene, vos bailá, a ver como bailás. Dale, muy bien, haceme reir, y más te vale que garches bien porque te pego una patada en el orto". Se trata de dinero. ¿Y el dinero de qué trata? De poder, por supuesto.
Se me ocurre eso.
Imagen: "At the Moulin Rouge", de Henry Toulouse-Lautrec
jueves, 3 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Muy bueno! Mas porque al principio se puede prescindir de que estamos refiriendonos al tema del dinero; y la escencia que queres transmitir no se modifica.
Que bueno entonces que se haya entendido que el dinero es un simbolo del poder y no un poder en sí mismo. En el fondo hablo de las potencias en guerra, las armas son secundarias.
Muy, muy, muuuuy bueno. Perdoná la expresión, pero me "cagó de gusto" leer esto! Fue inevitable, tuve que hacerselo leer a varios amigos después... jajaja! Más claro: imposible. Mientras lo leia recordaba mis citas, y como realmente está en juego el poder en ese micro escenario. De todas manera, y tengo que admitirlo... jamás llegue a la ruina financiera por una mujer. Ya me lo dijo una vez un viejo, si el mate está lavado, cambiale la yerba!
Un abrazo, colega, y gracias.
FER!
Gracias.
Parece que en los dos casos las mujeres quedan muy mal ubicadas... ¿qué pasa con esa mirada? Propongo que imaginemos un tercer punto de vista posible. Lo hay.
Pero no es mala mirada hacia madame Blanche, es una genia! aclaro que expuse 3 variantes: la "ingenua", la "perversa" y la "moderna". Pero por otro lado bueno, no pensé demasiado en la mujer moderna que paga a medias,habría sido más políticamente correcto hacerla quedar bien y expuse más a la que paga todo para controlar la situación porque me pareció mas divertido poner de relieve el poder.
Capaz hablás de una relación de poder más equitativa ¿A eso te referis con el punto de vista posible que hay y que no se ve en mi mirada?Sea cual sea el caso, me interesaría que te explayes sobre eso,a ver si entiendo lo que sugerís.
Es que lo de "mal parado" depende desde dónde se lo mire. Puede ser también "el manipulador que pretende marcar su territorio pagando", o "el boludo que se queda sin un centavo porque no entendió que lo estaban utilizando", etcétera. Pero lo que sí queda en evidencia es la cuestión del dinero como un campo de batalla para definir el poder.
Kisses.
Estimado Palette, me refiero a que si hablamos de poder en una relación de pareja... el amor se retrae. Creo que en un vínculo sano (sano hasta donde se pueda) ambos integrantes están ubicados como pares, ninguno por encima del otro. Nadie está midiendo cuánto da y cuánto recibe.
En zen la palabra mushotoku indica el espíritu que está libre de toda búsqueda de provecho. Creo que ilustra un poco lo que quiero decir. El dar es la recompensa misma. Hoy, ahora, este momento, en lugar de "lo que va a venir (futuro) después de que él o ella paguen la cuenta".
Con respecto a la "mujer moderna" me pierdo un poco en el concepto...
Gracias por el espacio para opinar.
:D
Creo que estás idealizando, es más lógico suponer que el amor compone en cada caso un tipo de asimetría particular, independientemente de que sea sana o no. Y eso implica poder. Pero no poder como mala palabra, como dice Foucault el poder es productivo. Creo que cuando vos hablás de "dar como la recompensa misma" yo hablo de dar esperando consciente o inconcientemente algún beneficio, sea éste de la clase que sea.
Me encanta que hayas opinado. :D
Bloody: si, el dinero como campo de batalla por el poder. Como creo que dijo Foucault "si hay 2 personas, hay poder".
beso
Publicar un comentario