
A mi ya me parece normal pensar que lo que conocemos como mujer es algo que el hombre (asimismo construido en otro sentido que si me explayo sobre eso acá se enquilomba todo) le pide al otro sexo que sea, y milenariamente le impone y exige que sea (o sea que ya hay mucho trabajo hecho desde antes que naciéramos). Cuando uno se enamora en el sentido mas facilista, no se imagina a la mina yendo al baño, sino que a uno particularmente le cuesta imaginar a la persona en cuestión en esa clase de situaciónes. Buscamos en ese enamoramiento cierta cristalización de lo que sentimos que nos falta, sorprendiéndonos de encontrarlo en una mina, cuando desde que nace le imponemos que exteriorice ser todo eso que sentimos que nos falta.
Cuando uno se empieza a dar cuenta de lo interconectados que están nuestros pensamientos entre sí, y la falta de esas conexiones con las del otro ser humano (es decir, cuando pensamos en el otro no usamos al otro, sino nuestra imagen del otro que en realidad es parte de nosotros y refiere a nuestro campo de pensamiento creado en la experiencia de haber vivenciado algo con esa persona, por eso mientras mas tiempo pasa sin que veamos a esa persona la flashamos peor, esa imagen se desarrolla por una dinámica más cerrada en sí misma), y vemos como en general se toma la imagen que se tiene de las personas como si fuese la persona misma, como si realmente se pudiese conocerla, aprehender su esencia, ahí vemos que lo triste es que alguien sea tan predecible que encaje en ese concepto mentiroso de esencia (y sabemos que hay gente que encaja tan bien con los estereotipos, sometidos tan dócilmente para sentir algo parecido a una identidad, que dan asco), vemos que aún en el momento de nuestro mayor éxtasis de sentir que conocemos a alguien, en realidad no hay conocimiento trascendental entre sujetos, sino que se trata de una sensación pajera de poder sentir que la otra persona se complemente JUSTO con nosotros.
Cuando vemos que no es así para mi empieza de verdad la cosa, cuando vemos que la mina asi toda delicadita le cabe esto, le cabe lo otro (y ahí el hada etérea y fantasmagórica que la enviste empieza a desaparecer... le cabe entendés, le cabe!), puede tener mal aliento, se indispone (tenés 12, 13 años y decis "queee??? chorrean sangre una vez por mes WTF!???"), puede decir "chupame la concha pelotudo" cuando está enojada (NAAANII!??) y eso choca. Cuando sentís ese choque sabés que lo que pensaste que sabías te lo metieron de prepo en la cabeza mientras crecías, entendés que no hay saber innato respecto a esas cosas, que a la evolución de la especie nunca le fue necesario que un sexo comprendiese al otro ni que lo complementase románticamente, que esa ignorancia entre ambos sexos es funcional a que ahora estemos poblando el planeta, que la cultura misma no pide que entendamos al otro, que no hay nada que nos garantice en tanto "armonía del universo" saber lo que es copado saber, entonces no hay una razón regente, ni nada parecido ni lejanamente a lo que llaman dios, sólo hay indeterminación y caos desde el punto de vista práctico, el único que vale la pena contemplar.
Entonces entendés que llegaste a un acantilado peligroso, un lugar donde no se supone que deberías estar, ves todos los cuerpos abajo de los que no pudieron soportarlo, todos los que llegados a este punto sólo pudieron pensar en el suicidio. "La vida no tiene sentido, la vida no tiene sentido!" dice uno que pasa corriendo y se tira. Cae llorando y se desparrama contra las rocas enrojeciendo las olas rápidamente. Débil. Y en ese momento, como un murmullo que fué creciendo en las sombras y que al fin se hace evidente, sucede. Un pensamiento cual antorcha se enciende y toma fuerza, se hace intenso y vibra entrelazandolo progresivamente todo: "Si no existe la verdad, y el mundo es un océano inestable de innumerables verdades en pugna, entonces es nuestra oportunidad, metamos mano hasta donde podamos. Hagamos de la mentira la verdad, seamos dioses, derribemos a los titanes."
Empezás a ver los instrumentos por los que la idea misma de que la verdad nos trasciende se construye, empezás a ver quién se beneficia, qué tipo de persona duerme mejor viendo así las cosas, y todo lo que esas personas están dispuestos a decir y hacer para poder mantener su cápsula sin conflicto. Empezás a rechazar el engaño de las personas que incluso están tan metidas hasta los huevos que creen ser sinceras. Empezás a meter mano en el gran quilombo que es el mundo y empezás a ver cosas raras que empiezan a pasar a tu alrededor. Y te empezás a reir, a reir como nunca te reíste en tu vida. Entendiste cómo funciona. Empezás a ver quienes mas o menos entienden la onda, algunos recelosos se sienten amenazados y muestran los dientes, otros contentos de poder encontrar una mirada a la altura de las circunstancias te hacen una sonrisa de entendimiento y te muestran las puertas. Hay miradas desde las sombras que nunca hablan, solo envidian: a esas hay que hacerlas envidiar hasta que revienten y se asomen, porque no resisten la luz. Y hay diosas también, y entonces todo se vuelve extremadamente divertido!
Y un día encima viene alguien y te dice: "Yo te conozco a vos". Jajajaja
Así viene mas o menos la mano.
Imagen: Sin título, de Beksinski